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El Tranvía Rural: La Llegada del Progreso sobre Rieles a Salto en 1896




Un Viaje al Pasado a Través de las Páginas de "EL TRAMWAY"


La Bandera de Salto, Argentina

En las manos, un ejemplar del semanario N° 4 de "EL TRAMWAY", fechado el domingo 30 de agosto de 1896, nos transporta a un Salto expectante. A tan solo cuatro meses de que el silbato del primer tren rompiera el silencio habitual de la localidad, este periódico, publicado en Salto, dedicaba su portada a la inminente llegada del progreso sobre rieles, una obra destinada a transformar la vida y el comercio de la región.


El Pulso del Progreso: Avances y Expectativas

El entusiasmo popular era palpable, tal como lo reflejaba el artículo principal: "Como sabemos que el público recibe con satisfacción todas las noticias con los adelantos que se operan en la vía férrea que se construye, volvemos a participarles que de pocos días a esta parte los trabajos han tomado una actividad extraordinaria".



La crónica detallaba el fervor constructor: "Trescientos peones están trabajando en la vía, dentro de este partido, a una legua y media, más acá de la estancia del Señor Kenny". La certeza del avance se consolidaba con la presencia de un ingeniero de la empresa en el pueblo, quien ya había "levantado los planos en el terreno que ocupa el hospital, donde se ha resuelto construir la estación". Los trámites para la compra de dichos terrenos ya estaban en marcha, señal inequívoca de la seriedad del proyecto.



Un Contratiempo en el Camino: Las "Espinas" del Progreso

Pero no todo era un camino llano. El semanario no dudaba en señalar los obstáculos: "En medio de todas estas noticias agradables, también diremos una que no lo es; pues como no siempre el camino se encuentra poblado de flores, sucede que en algunas partes se encuentran espinas". Estas "espinas" las encontró el visionario empresario, el señor Lacroze, al intentar cruzar con su línea férrea el campo de los señores Duggan. Estos propietarios "le han puesto algunas trabas, llegando a pedirle cinco mil pesos moneda nacional por la superficie de dos cuadras de campo que les ocupa las vías en su trayecto".



Determinación Empresarial y la Voz del Periodismo

A pesar del revés, la determinación del señor Lacroze era férrea. Dispuesto a "tocar todos los medios que estén a su alcance para terminar su gigantesca y bienhechora obra", y asegurar la llegada de su "serpiente de acero" hasta Salto, ya había "iniciado los trámites de expropiación de ese pequeño terreno". El periódico aclaraba que esta disputa no detendría la obra, "por cuanto la ley faculta al empresario a continuar los trabajos una vez iniciada judicialmente la gestión de expropiación".



"EL TRAMWAY" expresaba su sentir ante la postura de los terratenientes: "Es muy sensible que personas como los señores Duggan que saben perfectamente que la empresa tiene el privilegio de expropiar el terreno necesario para el pasaje de su vía, acordando su justo valor por peritos, quienes definirán para que la obra continúe sin dificultad". El semanario ensalzaba la figura de Lacroze, un "empresario argentino, lleno de muchos méritos, e iniciador de los 'Tramway' en la República", que además empleaba "su capital propio, su experiencia y su inquebrantable fe".


El artículo concluía con un llamado a la sensatez y colaboración de los demás propietarios: "Ahora es necesario que los demás propietarios se presten a ceder sus terrenos a precios moderados, pues de esa manera recompensaríamos las grandes ventajas que con su empresa nos viene a traer, acortando el tiempo y las distancias para nuestras operaciones, y abaratando el flete de los transportes".



El Día Histórico: Salto Recibe al Tren

La espera y los esfuerzos dieron su fruto. Según aclara una nota posterior recopilada por Enrique Scagnetti del Museo Rincón de Historia de Salto, el día trascendental llegó unos meses después de aquella publicación. El 8 de diciembre de 1896, a las 11:15 horas, el "El Tramway Rural", con sus dos vagones y un carbonero, hizo su entrada triunfal en el tranquilo pueblito de Salto.



Fue un día de auténtica fiesta popular. Los festejos se iniciaron en el andén de la flamante estación y se prolongaron en el "Club Confraternidad", institución que hoy conocemos como el "Club Artesano". La llegada del ferrocarril no solo acortaba distancias físicas, sino que abría un nuevo horizonte de desarrollo, comunicación y oportunidades para Salto y sus habitantes, marcando un antes y un después en su historia.





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(Basado en el semanario "EL TRAMWAY" del 30 de agosto de 1896
y recopilación de Enrique Scagnetti, Museo Rincón de Historia de Salto).
Oscar Pedro Quiñones
Ex Director del Museo "Rincón de Historia"
Salto

 

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